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Read Ebook: La fee triunfante en quatro autos Celebrados en Mallorca por el Santo Oficio de la Inquisición en que han salido ochenta y ocho reos y de treinta y siete relajados sólo hubo tres pertinaces. by Garau Francisco

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Ebook has 200 lines and 51045 words, and 4 pages

LA FEE TRIUNFANTE

EN QVATRO

AVTOS

CELEBRADOS EN MALLORCA POR EL SANTO OFICIO DE LA INQVISICION EN QVE AN SALIDO OCHENTA, I OCHO REOS, I DE TREINTA, I SIETE RELAIADOS SOLO VVO TRES PERTINACES.

I LA DEDICA A LOS MVI ILLUSTRES MAGNIFICOS Se?ores Iurados de la Ciudad, i Reino de Mallorca.

Con licencia en Mallorca en la Emprenta de la Viuda Guasp. A?o 1691.

CENSURA DEL REVERENDISIMO

P. F. Sebasti?n Guaite Calificador del Santo Oficio m?s antiguo, Examinador Sinodal de este Obispado, Lector Jubilado y Exprovincial una y otra vez de su Religi?n de S. Francisco de Paula en esta Provincia de Mallorca.

Fiol Vic. Gen. & Off.

CENSURA DEL MUY ILUSTRE SE?OR DON DIEGO Jos? de Li?an y Mu?oz, Colegial que fue en el Colegio Mayor de San Salvador de Oviedo, en la Universidad de Salamanca, del Consejo de su Majestad, Juez de Corte, y hoy Regente en la Real Audiencia del Reino de Mallorca.

Apenas lleg? a mis manos para el permiso de imprimirse este papel de la Fe Triunfante, cuando gustoso en el principio de las bien tra?das noticias de su introducci?n, me fu? cebando de manera que sin advertir encontr? con el fin. Mucho va como dice el Autor de lo vivo a lo pintado, pero en este papel tendr?n los ausentes nada que envidiar a lo que asistimos a la funci?n, y todos tendremos que deberle y que aprender en lo curioso de la erudici?n, en lo limado del estilo, en lo poderoso de la moralidad, en lo puntal de la narraci?n, en lo s?til del concepto y en lo comprensivo de la reflexi?n con que su autor adorna, hermosea y suaviza lo horroroso del asunto. Esto me precisa no solo a permitir sino a suplicar la aceleraci?n de la prensa, y aunque mi aficionada inclinaci?n a las inimitables prendas de quien con tanto acierto ha escrito este papel hace sospechoso mi sentir el m?s cierto, y calificado abono, lo aseguro en el nombre de su Autor. As? lo entiendo. De este Castillo Real de Mallorca, Agosto 13, 1691.

LI?AN Y MU?OZ REGENS.

A LOS MUY ILUSTRES MAGNIFICOS SE?ORES JURADOS DE LA CIUDAD, Y REINO DE MALLORCA D. Agust?n Gual y Su?er, Juan Morro y Pastor, Pedro Jorge Armengol y Arnau, Ciudadanos militares; Jaime Fe Notario: Juan Artigas, mercaderes: Juan Antonio Mateu Cirujano, Jurados Padres de la Patria.

Su m?s obligado Capell?n, y Servidor

AL LECTOR

Pues porque no esperaremos tambi?n que las memorias del brasero, que consumi? relapsias de judaismo han de deshacer en humo las tentaciones todas contra la Fe? Vicios hay tan feamente abominables que basta mirar su horrible cara en sus efectos, para que les aborrezca la inclinaci?n m?s proclive. Deseo pues hacer del veneno preservativa triaca, y que vivan en la pintura las llamas para que no hayan de avivar incendios otra vez. Este es mi fin: el cielo lo logre como se lo suplico, y lo puede.

Si notases alguna desigualdad en el estilo, piensa que la naturaleza no gasta tantos primores como en la rosa, en la espina. De todo hay, y de todo ha de haber. Y algo se ha de dar a la prisa y a la saz?n en que se ha escrito, casi en medio del susto de un injustamente amenazado bombeo de que nos ha librado por su misericordia Dios, a quien sea la gloria de todo, y quien te guarde.

PARECER DEL ILTRE. SR. D. DIEGO Jer?nimo Costa Catred?tico de Sexto, que fue en la Universidad de Huesca, Colegial en el Colegio de Santa Orosia, Auditor General del Reino de Cerde?a: Abogado Fiscal, y Patrimonial en la Real Audiencia de Mallorca

D. Diego Jer?nimo Costa Abogado Fiscal Patrimonial.

El Conde de Santa Mar?a de Formiguera, Lugartinente de Virrey y Capit?n General de Mallorca.

PRIMER AUTO DE FE

CELEBRADO EN

MALLORCA A 7 DE MARZO

Y siendo as? que en todos los siglos ha dado cont?nuas demostraciones de esta verdad la experiencia: sin embargo ha querido la Providencia Divina mostrar m?s claramente singular su Paternal cuidado con esta su tan favorecida porci?n de la Iglesia, sacando a luz el fuego de la perfidia que bajo las cenizas del m?s solapado fingimiento hip?crita, se encubr?a.

Lastim?se este Catolic?simo Reino el a?o pasado de 1679, de ver que entre tantos ejemplos de virtud y piedad cristiana, tanta frecuencia de Sacramento, tanto sudor de celos?simos Predicadores Evang?licos y Apost?licos de todas las Religiones Sagradas, tantos ministerios de oraci?n fervorosa, tan multiplicadas, repetidas y continuas explicaciones de la Doctrina de Cristo hubiera podido mantenerse, y avivarse la proterva obstinaci?n del judaismo en los corazones de m?s de doscientos y doce Reos que en cuatro juicios, o Autos, abjurada su perfidia, se reconciliaron con la Iglesia los d?as 16, 23 y 30 de Abril y 3 de Mayo del dicho a?o 1679. Y para mayor admiraci?n debe ponderarse, que los a?os anteriores a ?ste se hab?an celebrado en esta ciudad dos Autos Generales, el uno a 2 de Abril de 1645, y el otro m?s vecino a 13 de Enero de 1675, sacando en el primero quince penitentes por varios cr?menes, con cuatro m?s, relajados en est?tua; y en el postrero veinte y cuatro reos, con otros seis en est?tua, uno relajado en persona, quemado vivo por obstinado y pertinaz; sin embargo, ni en uno ni en otro Auto sali? m?s que un jud?o, y este forastero, matritense, que fue el que muri? en las llamas; siendo as? que de los doscientos y doce que se reconciliaron el a?o 1679, los m?s, si no todos, como despu?s confesaron ellos propios, eran ya muy de atr?s judaizantes. Para que se repare, cuan hip?critamente sabe solaparse el judaismo en tales hombres, siendo ellos los que m?s frecuentaban las Fiestas, Sermones y aun Sacramentos, sin dar lugar a la piedad inocente de los fieles a formar juicio de su malicia, tan rebozada con capa de aparente virtud.

Bien pudiera Dios rigurosamente piadoso dejarles apartar de estos mares y sepultarles despu?s en golfos de agua para eternizar su muerte en las llamas que merec?an. Mas los adorables juicios de la Providencia Divina, aunque siempre inescrutables a la mayor perspicacia, tambi?n a veces se nos dan a venerar dej?ndose traslucir en la benignidad de sus efectos. Y a la verdad del devoto y cat?lico modo de morir de casi todos, como despu?s veremos, juzgo se puede piadosamente creer que el embarazarles la fuga fue efecto de la predestinaci?n eterna, que quiso librarles de perderse en el agua para que pereciendo en las llamas se lograran para siempre. Dej?ndolos ir les dejaba perecer en su perfidia; prendi?ndoles en las c?rceles les di? tiempo, oportunidad y luz para conocer sus delitos y llorar arrepentidos su pecado, y en todo caso as? justific? Dios en los unos su causa, y luci? en los otros su clemencia. Ni falt? entre ellos quien reconoci? esta verdad, improperando al vano profeta Valls, la est?lida vanidad de su esperanza, infiriendo de ah? la locura de su error en pensar que era del gusto de Dios su falsa creencia, pues en vez de un Angel que los librara les hab?a enviado un Alguacil que los prendiera. Argumento, que me dijo un confidente suyo le hab?a confesado el propio Valls, que le apretaba no poco y que le hab?a tenido desvelado toda una noche. Pero hab?a el triste jurado de pertinaz y obstin?ndose en cerrar los ojos a todas las luces de la misericordia de Dios y de su gracia, sin querer reconocer que era Angel de Dios el que le quit? la libertad para perderse, y le prend?a en el cuerpo para ponerle en la verdadera libertad de hijo de Dios, si se hubiera querido valer, como se debe esperar de muchos c?mplices suyos. Desde entonces comenzaron a correr con suma aplicaci?n y no menor fatiga las causas de tantos reos, siendo preciso alargarse todos los d?as lo menos a siete horas de tribunal, sin vacar m?s que los de precepto, en casi todos los tres a?os de esta complicidad.

Formaban a esta saz?n el Sagrado Tribunal de esta Inquisici?n de Mallorca:

El Muy Ilustre Se?or Licenciado D. Jos? Hualte, Catedr?tico propietario de Digesto viejo en la Universidad de Huesca, Fiscal e Inquisidor m?s antiguo que fue en el Santo Oficio de la Inquisici?n de Cerde?a, y aqu? Inquisidor Apost?lico m?s antiguo.

El Muy Ilustre Se?or Licenciado D. Pedro Guerrero de Bola?os, Abogado de los Reales Consejos de Castilla; Fiscal e Inquisidor Apost?lico de este Tribunal.

El Muy Ilustre Se?or Licenciado D. Santiago Hidalgo, Abogado de los Reales Consejos, Fiscal de esta Inquisici?n.

Juez Ordinario por el Ilustr?simo y Rmo. Sr. Arzobispo, Obispo de esta ciudad, primero el Rmo. Padre Maestro Fray Pedro Roig de la Religi?n de Sto. Domingo, Calificador del Santo Oficio y Examinador Sinodal, y por su muerte el Reverend?simo P. Maestro Fr. Sebasti?n Guaite, de la Orden de San Francisco de Paula; Exprovincial una y otra vez de su Religi?n; Calificador el m?s antiguo; Examinador Sinodal continuado de muchos Se?ores Obispos; Lector jubilado y Maestro en Sagrada Teolog?a.

Juez de Bienes confiscados por Su Magestad, el Doctor Juan Bautista Dan?s, Ciudadano militar.

Don Gaspar de Puig de Orfila y Dameto, Alguacil Mayor.

Don Leonardo Zaforteza y Sureda de San Mart?n, Receptor.

Don Manuel Xim?nez de Sotomayor, Secretario del Secreto.

El Doctor Sebasti?n Ferragut, Catedr?tico de Teolog?a en esta Universidad, Secretario del Secreto.

Jaime F?bregas y Rex, Secretario del Secreto.

Don Diego Embid de Moros, Secretario del Rey Nuestro Se?or en el Supremo Consejo de Arag?n y del Secreto de esta Inquisici?n, que lo fue de la del Reino de Cerde?a.

Don Juan de la Puebla Moreno, Oficial Mayor que fue de la Secretar?a de C?mara del Excmo. Sr. Obispo Inquisidor General; Secretario interino del Secreto de la Inquisici?n de Corte y propietario del Reino de Murcia, que al presente es Secretario del Secreto en esta de Mallorca.

Don Juan Od?n Desclapez y Puig de Orfila, Contador.

El Doctor Bernardino Bauz?, Caballero Abogado del Fisco.

Domingo Ferragut, Notario de Secuestros.

Don Marcos Antonio Cotoner y Sureda, Capit?n de la Familia.

Don Ram?n Brondo, Caballero del H?bito de Calatrava, Almirante de la Mar.

Don Francisco Desbrull y Font de Roqueta, del H?bito de Calatrava, Depositario de Pretendientes.

Don Gabriel Fuster, Depositario de la Curia Civil.

Jaime Mas, Alcaide de las C?rceles Secretas.

Miguel Segu?, Notario y Nuncio del Secreto.

Gabriel Guasp, Portero del Secreto.

Nicolau Rubert, Notario, Procurador del Fisco.

Mart?n Segu?, Notario, Escribano Mayor de la Curia Civil y del Juzgado de bienes confiscados.

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